Viajando Hacia el Turismo Sostenible
Todos los años después de las vacaciones, esas que pasamos durante el mes de agosto en zonas de playa completamente masificadas, en las que no cabe literalmente ni un alfiler, decimos: “¡El año que viene, no vuelvo ni loco!”. Y es que los lugares donde se desarrolla este tipo de turismo, pierden todo el atractivo y la calidad que requiere un destino adecuado para disfrutar de las vacaciones y del arte de viajar.
Pérdida de Identidad.
Bares de las costas españolas, en los que al entrar nos trasladamos a lejanos países, en los que no predomina la típica caña de cerveza, ni las tapas, sino las pintas y hamburguesas, donde la decoración dista mucho de estar relacionada con el lugar donde nos encontramos, donde todo se transforma para que el turista se sienta como en casa… ¿Cómo en casa? ¿Y para que viajar?
Estamos perdiendo el principio fundamental del acto de viajar, que no es otro que el de conocer nuevos lugares, únicos, diferentes a los ya conocidos, donde podemos descubrir nuevas formas de vida a través de su cultura, tradiciones y gastronomía; donde aprendemos y alimentamos el alma.
No es necesario viajar lejos para enriquecernos, aprender y disfrutar de la experiencia de viajar, sólo hay que atreverse a conocer nuevos lugares con la mente abierta, incluso aquí, dentro de nuestras fronteras. Siempre hay nuevos lugares por descubrir, incluso en los ya visitados siempre podemos descubrir nuevos elementos y sorprendernos.
El problema es que muchos destinos se están transformando a pasos agigantados, están perdiendo su esencia en aras del turismo de masas, donde a excepción de las horas de sol y la temperatura, todo se transforma para hacer sentir al turista como en casa. De este modo, muchos lugares dejan ser lo que fueron y pasan a ser, … otra cosa. Se generan problemas de identidad en los lugareños, y se pierde una parte importante de la cultura y tradiciones de la población local.
Afortunadamente, son muchos los destinos que basan su turismo en su propia imagen e idiosincrasia, lo que los hace más atractivos, auténticos y especiales. Es necesario proteger a estos destinos del impacto negativo que puede ocasionar el turismo en el territorio, cuando este se desarrolla sin control y nos dejamos llevar por el “todo vale”. Es necesario saber quiénes somos, qué queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.
La insostenibilidad turística.
No, no todo vale.
Los destinos tienen que identificar sus recursos y diseñar una estrategia que permita su explotación turística sostenible, permitiendo que la industria se desarrolle a lo largo del tiempo generando beneficios económicos a las comunidades locales, sin impactar negativamente sobre su forma de vida, sobre su cultura y tradiciones, y sobre su medio ambiente.
Todo aquello que hace a un destino susceptible de ser visitado, puede ser explotado hasta tal punto, que deje de generar interés, produzca tensiones sociales, o termine esquilmando el recurso impidiendo su uso y disfrute.
Turismo de Borrachera
Pensemos en el turismo de consumo de alcohol que se desarrolla en algunas zonas de la costa española y que provoca tantos problemas de convivencia.
Este tipo de turismo, se encuentra ahora con el problema de querer revertir su situación, y cambiar su público objetivo, y modelo de explotación. Si ya existen problemas sociales con los típicos botellones de los fines de semana, que tu ciudad se convierta en un botellódromo internacional, no debe de ser el ideal de desarrollo turístico deseado.
La imagen proyectada del destino, se aleja de su identidad real, que poco a poco se va perdiendo y se sustituye por la nueva realidad: un lugar donde se puede beber hasta perder el conocimiento, tirarte por un balcón a una piscina, ir desnudo por la calle, pelearte, etc. Este tipo de turismo, no sólo genera una pérdida de identidad y desarraigo en los ciudadanos, sino que, además, da lugar a problemas de seguridad ciudadana, provocados por el consumo excesivo de alcohol y drogas, generando mayor tensión social y provocando la insostenibilidad del desarrollo turístico.
Y es que, pensemos que, en todos los destinos turísticos, existen personas que viven durante todo el año, trabajan, se desarrollan, etc. Tal y como se pone en evidencia, el turismo, es determinante a la hora de definir la evolución de un territorio, y por ello, el tipo de turismo a desarrollar, debe ser discutido y consensuado por toda la población, ya que es una industria que afectará al conjunto del territorio y sociedad.
Masificación Turística
Pensemos en ciudades tan visitadas como Madrid o Barcelona, donde el excesivo número de turistas que llega a ellas, acaba con las plazas hoteleras, hecho que genera una tendencia positiva en la transformación de viviendas dedicadas al uso residencial hacia el uso turístico. Este cambio de uso, provoca tensiones sociales al disminuir la capacidad de acceso a una vivienda de los propios ciudadanos; ya que, al disminuir el parque de viviendas destinadas a venta o alquiler, aumenta su precio, llegando éste a ser prohibitivo para muchos ciudadanos que se ven expulsados de sus propias ciudades, convertidas en ocasiones en una especie de parque temático del mundo.
En estos lugares, a nivel social, nos encontraremos con ciudadanos poco receptivos a la llegada de turistas y se generarán tensiones sociales como las vividas durante este verano en zonas como Mallorca, Bilbao, etc.
Volvemos a la idea inicial de la necesidad de desarrollar estrategias turísticas que permitan el desarrollo de esta industria desde un punto de vista sostenible; y esta sostenibilidad, requiere del equilibrio fundamental de: economía, sociedad y medio ambiente.
Benidorm
Pensemos en la costa Mediterránea, pensemos en Benidorm, que con una población censada de unos 67.000 habitantes es la segunda ciudad del mundo en número de rascacielos por metro cuadrado (en primer lugar, está Nueva York). Benidorm, es una ciudad eminentemente turística, que alcanza los 400.000 habitantes en época estival.
Imaginémonos ese aumento de población y el aumento de consumo de recursos, concentrado en un espacio y periodo de tiempo; pensemos en los impactos que ello genera y la capacidad del territorio para asumirlos.
Normalmente, las infraestructuras destinadas a gestión de residuos, gestión de aguas residuales y suministro energético, se diseñan para dar servicio a una población determinada, que no es otra que la que realmente vive en la zona durante todo el año. Estos diseños de infraestructuras, incluyen fluctuaciones de población, aumentando la versatilidad de las mismas y permitiendo su funcionamiento en los distintos periodos del año. Sin embargo, fluctuaciones tan elevadas de población, son imposibles de asumir en el diseño de infraestructuras de suministros de recursos y tratamiento de residuos.
El coste de ejecución y mantenimiento de estas infraestructuras es muy elevado, y supone uno de los principales problemas económicos para muchos municipios.
Pensemos en Benidorm, pensemos en sus menos de 100.000 habitantes, pensemos en el agua que consumen, en las aguas residuales que generan, en los residuos que se producen y en el consumo energético. Pensemos en el aumento poblacional que se da en verano. ¿Cómo hacer frente a estos picos de consumo y producción de residuos? ¿Cómo podrá una depuradora de aguas residuales destinada a cubrir la depuración de aguas de unos 100.000 habitantes, depurar las aguas generadas por 400.000? ¿Tienen varios sistemas de depuración? ¿Cómo los mantienen, si algunos de ellos sólo funcionan por debajo de su capacidad durante la mayor parte del año? ¿Qué coste supone mantener estos sistemas de depuración para los ciudadanos?
Desconozco las soluciones puestas en marcha para resolver el problema de las aguas residuales de Benidorm, pero cabe imaginar que pudieran producirse descargas directas de vertidos sin depurar a través de emisarios en la costa, dada la insostenibilidad económica que supondría mantener sistemas de depuración de tal envergadura, cuando no van a funcionar a pleno rendimiento más de dos meses al año. Como consecuencia, generaríamos problemas de contaminación provocados por los vertidos sin depurar.
En definitiva, un destino dedicado única y exclusivamente al turismo de masas, como es Benidorm, podríamos decir que no es sostenible en el tiempo, debido a los costes económicos del mantenimiento de las infraestructuras necesarias para la protección ambiental (depuración de aguas residuales, gestión de residuos) y suministros, que deben de dar servicios a una población que sufre una enorme fluctuación a lo largo del año, pasando de los 67.000 habitantes, a los 400.000 en verano.
Hay que buscar el equilibrio.
El Palmar y El Mediterráneo
Demos una vuelta por el Sur. Playa del Palmar. El Palmar es una de las playas preferidas por los aficionados al surf. En los últimos años ha sufrido una importante presión por el aumento del turismo y la demanda de alojamiento que ha dado lugar a la instalación de gran número de viviendas prefabricadas en parcelas anteriormente dedicadas a actividades agropecuarias (cría de ganado y cultivos). Actualmente, se está tratando de regularizar la situación de las construcciones existentes y planificar la urbanización de la zona, que actualmente carece de servicios como el de alcantarillado.
Esta zona, afortunadamente no sufre el problema de presión urbanística tan importante que sufre la mayor parte de la costa del Mediterráneo, ocupada por núcleos urbanos que han sustituido los sistemas costeros naturales y han alterado la dinámica litoral con sus infraestructuras, quedando totalmente desprotegidos frente a la erosión costera, subidas del nivel del mar, temporales ciclónicos, etc. Sin embargo, es importante señalar, que a pesar de toda la información con la que contamos y los daños que sabemos que podrá sufrir la costa, derivados de los efectos del cambio climático, la zona puede sufrir un proceso de urbanización inapropiado que desemboque en los ejemplos ya conocidos, presentes a lo largo de la costa Mediterránea, dando lugar a una ocupación desproporcionada que sufrirá las inclemencias del aumento de temporales, subidas del nivel del mar, destrucción de infraestructuras, etc. Sólo tenemos que echar la vista atrás unos meses y comprobar el grado de destrucción que la cadena de temporales ocasionó en la costa española, y como no, en la zona del Palmar.
Por ello es fundamental, tener en cuenta en los desarrollos de destino, cuales son las características del territorio, de sus ecosistemas, los riesgos a los que se enfrenta, su capacidad de carga, etc. Sólo de este modo podremos garantizar un desarrollo turístico sostenible en el que todos los elementos integrantes se encuentren en equilibrio y permitan su explotación a lo largo del tiempo.
Otro Modo de Hacer Turismo. Turismo Sostenible.
El turismo sostenible, nos ayuda a conseguir este equilibrio tan necesario en el desarrollo de cualquier tipo de actividad económica y así generar un impacto positivo en la economía, en la población y en el medio ambiente.
La industria turística tiene un gran potencial transformador a nivel global, dado el elevado número de personas que mueve todos los años por el mundo. Según las estadísticas oficiales, en 2015 se movieron por el mundo 1.186 millones de viajeros y se prevé que esta cifra se incremente exponencialmente en 2020, según datos de la Organización Mundial del Turismo.
El incremento del volumen de turistas a nivel global, se mantiene en continuo crecimiento desde 2009 y no se ha visto afectado ni tan siquiera por la crisis económica. Por lo tanto, estamos frente a una industria global, con un fuerte papel sobre la economía de los países y que seguirá creciendo a lo largo de los años, pero en la que hay que tratar de intervenir para canalizar el desarrollo turístico hacía vías más sostenibles, ya que no sólo ocasiona impactos positivos en la economía y generación de empleo, también hay que tener en cuenta el papel del turismo en el medio ambiente en general y el cambio climático en particular, con unas emisiones que aumentan un 5% anualmente y una estimación de incremento de emisiones tomando como año base 2005, y horizonte 2035 del 131% (Datos de la OMT).
Nos encontramos en el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, promovido por la Organización Mundial del Turismo, en el que se pretende concienciar de la importancia de transformar la industria turística en un modelo más sostenible, debido a los beneficios globales que se generarían a través de este modelo.
En la página web del Año Internacional del Turismo Sostenible, se publican ejemplos de iniciativas puestas en marcha a lo largo y ancho del planeta, relacionadas con el turismo sostenible, donde podemos entrar para saber qué se está haciendo en el mundo, para alcanzar los objetivos del Año Internacional.
Experiencias Pioneras
Nos preguntamos ¿Qué se está haciendo en España en relación al Turismo Sostenible? Y buscamos en la web del Año Internacional algunos ejemplos de iniciativas sostenibles puestas en marcha.
A lo largo del año, se están celebrando multitud de actos y jornadas para dar a conocer el Turismo Sostenible, ejemplos de buenas prácticas y cómo debe de implementarse este modelo en el territorio. Estos eventos servirán para facilitar que se produzcan cambios en los modelos de explotación turística.
Algunas cadenas hoteleras están apostando por mejorar la sostenibilidad de su modelo de negocio, mejorando la eficiencia energética de sus instalaciones y controlando sus aspectos ambientales.
La web del Año Internacional recoge algunas iniciativas de desarrollo de turismo rural ligado a recursos concretos como “la Vuelta al Bierzo en 80 horas” que gira en torno al GEOTURISMO.
Pero de entre todas las iniciativas puestas en marcha a nivel nacional y recogidas en la web del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, podríamos decir que el proyecto más transgresor, sería el llevado a cabo por la Mancomunidad de Desarrollo y Fomento de Municipios del Aljarafe, en la provincia de Sevilla.
Un territorio formado por 31 municipios, que ha decidido fomentar el desarrollo turístico de su territorio a través de los principios de sostenibilidad. Para ello, han trabajado con todos los agentes del territorio relacionados con el sector turístico, con dos objetivos bien diferenciados:
Diseñar una serie de itinerarios y paquetes turísticos completamente cerrados, que se desarrollan a lo largo del territorio del Aljarafe, y ponerlos a disposición del público para que puedan conocer y hacer turismo en esta zona tan desconocida; posibilitar su desarrollo económico y generar empleo local.
Hacer todo esto involucrando a todas las empresas participantes para que desde el inicio se comprometan a cumplir con una serie de directrices de sostenibilidad (medición, control y reducción de impactos ambientales); se comprometan a reducir sus consumos energéticos para disminuir las emisiones de GEI (gases efecto invernadero); se dinamice el empleo local, se involucre a la mujer, y se proteja la cultura y tradición de los pueblos donde esto tiene lugar.
Una iniciativa redonda, diseñada desde el inicio bajo criterios de sostenibilidad, involucrando a todos los agentes del territorio en dichos principios y promoviendo su participación. De este modo, se garantiza que el desarrollo turístico de la zona será sostenible y se podrán introducir medidas a lo largo del tiempo para realizar ajustes que mejoren su comportamiento y se mantenga el impacto positivo en el empleo, economía y medio ambiente.
El folleto que contiene la información sobre los itinerarios y paquetes turísticos diseñados, explica de manera somera qué es el Turismo Sostenible (introduciendo al viajero en este nuevo modo de hacer turismo) y da información sobre los principales impactos que se generan a través del desarrollo de la actividad (impactos sobre el empleo/sociedad, economía, y medio ambiente). De este modo se consigue no sólo ofrecer información turística, sino, además, hacer partícipe al turista del turismo sostenible, conseguir que tome conciencia de ello y provocar un cambio de comportamiento a la hora de decidir qué producto turístico consumir.
Como dato interesante, destacar que cada uno de los itinerarios y paquetes turísticos, incluye la huella de carbono aproximada, asociada a la realización de la actividad, elemento que a día de hoy no aparece en ningún producto turístico de estas características y que, además, conseguirá generar conciencia respecto a nuestro papel en el cambio climático y cómo podemos disminuir nuestro impacto.
En resumen, una iniciativa puntera, única a nivel mundial, cuyo modelo debe ser replicado y expandido, para que consigamos avanzar en la consecución de los objetivos de sostenibilidad.
Para obtener más información sobre los paquetes turísticos e itinerarios, actividades, monumentos, precio, etc., entre en el siguiente enlace.
Se puede viajar de manera sostenible, se pueden transformar los destinos en sostenibles, se puede ser sostenible. Nosotros sabemos cómo.
PD: Greenlab idea ha estado al frente del desarrollo del proyecto turístico sostenible del Aljarafe Sevillano, y nos enorgullece ver los resultados y la implicación de todos los agentes del territorio.