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La transformación de las ciudades en organismos vivos.


Ciudades: Organismos Vivos

¿Os imagináis edificios con cubiertas verdes, y fachadas verdes, que además de servir como amortiguadores de la temperatura del edificio, filtrar el aire de la contaminación de las ciudades, incrementar la biodiversidad de especies y favorecer las conexiones entre los ecosistemas campo-ciudad, sean fuente de energía renovable para el consumo del propio edificio?

A lo largo de los últimos años, se han ido desarrollando proyectos en distintas partes del mundo, que buscan hacer más sostenibles las ciudades y los edificios que las integran, a través de la naturalización de las ciudades y el aprovechamiento de todos los beneficios que nos aporta la fotosíntesis.

En este sentido encontramos proyectos como plant-e , empresa que fue creada en Alemania en el año 2009, como spin-off del departamento de Tecnología Ambiental de la Universidad de Wageningen. El proyecto busca la utilizacion de las cubiertas de edificios para implantar cultivos susceptibles de ser aprovechados para la generación de electricidad.

Para la obtención de electricidad, implanta mecanismos que son capaces de aprovechar los electrones que se liberan al medio durante el proceso de hidrólisis, en cultivos que requieren de gran cantidad de agua, como los arrozales, zonas húmedas, incluso en sistemas verdes de tratamiento de aguas residuales. Ya se ha implantado con éxito en algunas cubiertas de edificios y en las proximidades de carreteras para iluminar algunas vías de comunicación.

En Estados Unidos, están desarrollando un sistema similar, en este caso adaptado para su instalación en las fachadas de los edificios y utilizando cultivos de musgo. La estudiante Elena Mitrofanova junto con el Bioquímico Paolo Bombelli, han diseñado una especie de ladrillos elaborados con arcilla que sirven de contenedor o recipiente para el cultivo del musgo. El sistema ofrece muchas ventajas frente al aprovechamiento de energía fotovoltaica tradicional, ya que el sistema es barato de producir, el coste de mantenimiento y de reparación es así mismo barato y es fácil de replicar.

Por otro lado, desde hace años se están desarrollando proyectos relacionados con la aplicación de cultivos de microalgas en las estructuras de los edificios y alumbrado.

Ejemplo de ello son las propuestas presentadas en la Expo de Milán de 2015, como el prototipo del Urban Algae Canopy o UAC (dosel urbano de algas), diseñado por el estudio EcoLogicStudio de Londres y Carlo Ratti Associati. Se trata de una “cubierta viva” que puede utilizarse en las ciudades y tiene como objetivo capturar carbono, generar oxígeno y utilizar las algas para la producción de energía, alimentos y subproductos con diversas aplicaciones en la industria farmacéutica y cosmética.

La empresa francesa Fermentalg, lleva años trabajando en la aplicación de los cultivos de microalgas, para la producción de alimentos para animales, obtención de principios activos y aceites para la industria farmacéutica y cosmética; obtención de proteínas y lípidos con aplicación para la alimentación humana, obtención de biopolímeros, biolubricantes y biocombustibles. También desarrollan aplicaciones de cultivos de microalgas para su implantación en ciudades como parte de las lámparas del alumbrado público.

En Alemania, el Bio Intelligent Quotient, es un ejemplo notable de la aplicación de los cultivos de microalgas en la edificación. Este edificio proyectado y construido por el Estudio SC Strategic Science Consultants and Splitterwerk Architects, está cubierto de paneles que albergan cultivos de microalgas, a través de los cuales circula una corriente continua de agua con nutrientes y dióxido de carbono que activa en funcionamiento de las microalgas.

Los paneles amortiguan la temperatura del edificio y las algas resultantes de los cultivos, son procesadas para generar biomasa y utilizarla como biocumbustible en el sistema de calefacción durante el invierno.

A nivel industrial, se han realizado numerosos estudios para la selección de la mejor cepa de microalgas a utilizar en función de las características físico-químicos del efluente líquido o gaseoso de la industria en cuestión, consiguiendo optimizar el proceso de captura de CO2 y al mismo tiempo, permitir la captura de otros contaminantes presentes en el medio, como por ejemplo, determinados metales pesados.

En definitiva, la necesidad de encontrar fuentes de energía renovable, está posibilitando el desarrollo y puesta en marcha de proyectos que buscan optimizar el aprovechamiento de la energía que nos rodea y el desarrollo de nuevas fuentes de energía como la biophotovoltaica, o los biocombustibles procedentes de las microalgas, ampliando el abanico de energías renovables y sumando hacia el objetivo de reducción de combustibles fósiles y disminución de las emisiones de CO2.

Probablemente, en un horizonte no muy lejano, comiencen a implantarse en nuestras ciudades cultivos de microalgas integrados en la arquitectura, en las calles, conviviendo y formando parte del arbolado urbano, etc. Las ciudades y los edificios que las integran, se irán convirtiendo paulatinamente en organismos vivos.

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