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Cambio Climático y Actividad Aseguradora.


Cada vez más, estamos al tanto de cuáles son las actividades que afectan al cambio climático, pero ¿sabemos cómo afectará el cambio climático a nuestro modo de vida actual?

En cierto modo, es algo que no podemos asegurar, dada la incertidumbre de los posibles escenarios, pero si podemos hacer alguna aproximación teniendo en cuenta las proyecciones realizadas por el IPCC.

Recientemente realicé un trabajo de investigación para el CECAS (Centro de Estudios del Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros), sobre cómo afectará el cambio climático a la actividad aseguradora y cuáles serán los principales retos de adaptación a los que se tendrá que enfrentar.

Pone de manifiesto la necesidad de desarrollar medidas innovadoras y transgresoras a todos los niveles para poder llevar a cabo la adaptación, la necesidad de realizar ajustes, tanto en los modelos de predicción del riesgo, como en la valoración de riesgos a asumir y los cálculos de la prima de riesgo (se introduce la posibilidad de incorporar de criterios de sostenibilidad en los cálculos de prima), que deberán, todos ellos, ajustarse a los nuevos escenarios y la nueva realidad del cambio climático, y cómo, la actividad aseguradora, a través de su papel estabilizador de la sociedad, puede y debe influenciar en los sectores sociales, económico y político, para redirigir conductas hacia comportamientos más sostenibles que colaboren en la mitigación del cambio climático y permitan la adaptación tanto del sector asegurador como de la sociedad en general.

Próximamente se celebrará en París la Cumbre del Clima, en la que se reunirán mandatarios procedentes de todo el mundo para discutir las medidas que se tomarán para disminuir las emisiones de Gases Efecto Invernadero a la atmósfera y mejorar la adaptación al cambio climático. Todos los sistemas (natural, social y económico), sufrirán los efectos del cambio climático y es por ello imprescindible tener en cuenta en qué medida nos afectará, para poder tomar las decisiones acertadas.

A continuación os dejo las conclusiones del estudio y un enlace donde podréis descargar la tesina. Invito a todos los interesados en la materia, tanto relacionada con el cambio climático y las ciencias ambientales, como a todos aquellos relacionados con las ciencias empresarias, actuariales, y todos los profesionales relacionados con el mundo asegurador, a que os descarguéis el documento y lo leáis. Espero que sea de vuestro interés y que sirva para el diseño de medidas que nos beneficien a todos.

Necesitamos conservar nuestro entorno en las mejores condiciones para garantizar la adaptación.

Conclusiones del estudio: "Cambio Climático y Actividad Aseguradora: impactos y retos de adaptación".

El cambio climático es un proceso que se está produciendo a escala global, cuyas consecuencias no dependerán únicamente del nivel de emisiones de GEI que se emitan a la atmósfera; la adaptación y resiliencia, de los sistemas naturales y de la sociedad en general, dependerá en gran parte del estado de conservación de los mismos. Por lo que para hacer frente al cambio climático, no sólo será importante disminuir y captar GEI, también será fundamental, conservar los ecosistemas y mantener una correcta calidad del aire, agua, suelos, etc., así como eliminar problemas sociales como la pobreza y la malnutrición.

Los impactos derivados del cambio climático, afectarán a todos los sectores, incluido el sector asegurador, que será uno sobre el que con mayor incidencia actúe.

Una de las modificaciones más importantes que traerá consigo el cambio climático, será la alteración de los eventos meteorológicos de carácter catastrófico, que ocasionan al sector importantísimas pérdidas económicas, dado el carácter destructor de estos episodios.

En este sentido el sector viene desarrollando programas de predicción que le ayudan a planificar el riesgo para evitar la quiebra de las compañías aseguradoras, pero dado que el cambio climático está modificando los patrones de ocurrencia y las previsiones indican que estos eventos tendrán lugar cada vez con mayor frecuencia y virulencia, deben diseñarse estrategias que permitan la adaptación de la actividad al incremento de siniestros catastróficos y a mejorar su predicción y gestión.

No sólo desde la perspectiva de la colocación del riesgo a través del reaseguro, y los mecanismos existentes a día de hoy en relación a los riesgos catastróficos, ya que en un escenario generalizado de aumento del número de este tipo de situaciones, los mecanismos tradicionales, pueden no ser suficientes y necesitar de estrategias adicionales, como por ejemplo, la selección justificada de determinados tipos de riesgos imposibles de asumir, por afección directa de las inundaciones permanentes, provocadas por el aumento de temperatura y subida del nivel del mar, o la previsión de incidencia elevada de las tempestades ciclónicas atípicas.

Para poder llegar a este punto, las aseguradoras deberán utilizar los estudios de adaptación al cambio climático que ya se están realizando por parte de las administraciones y organismos oficiales, que contienen información muy útil sobre impactos, previsión de superficies afectadas por inundación, etc. y que por lo tanto, se recomienda su incorporación a las directrices de selección del riesgo utilizadas por las aseguradoras.

Los impactos generados, no sólo se evidenciarán a través de los eventos meteorológicos extremos, también habrá incidencias en todos los ramos, con mayor o menor intensidad, pero en todos, y es por ello, que será conveniente estudiar la posibilidad de introducir en las pólizas de seguros conceptos como “estudio de sostenibilidad” o “huella de carbono”, a través del cual, se internalice (al menos de manera aproximada) el coste ambiental del individuo, de su vivienda, de su actividad, de su coche, etc., mediante el incremento de la prima de la póliza, que podría calcularse en base a las emisiones anuales generadas, multiplicado por el coste de la tonelada de CO2 a la atmósfera.

De este modo, se conseguiría, por un lado, hacer consciente al asegurado de cuál es su impacto sobre el cambio climático y por otro, conseguir cambios de conducta hacia modelos más sostenibles. Además de incrementar las reservas para hacer frente al incremento de siniestros.

Otro uso de estas primas o parte de ellas, podría utilizarse para incrementar las reservas técnicas destinadas a eventos catastróficos, ya que a través de las emisiones, todo el mundo contribuye y es responsable del cambio climático, y los más vulnerables ante estos impactos, son las poblaciones que menos emisiones generan y están más desprotegidas. Sería justo, por lo tanto, que al menos parte de este dinero repercutiera positivamente en estas zonas.

Por otro lado, el sector asegurador, es un gran conocedor de cómo el clima y los eventos meteorológicos extremos, afectan a las poblaciones, países y a la marcha de sus economías, ya que está en primera línea y muy pendiente de todo lo que acontece en el mundo. Por ello, por su experiencia, conocimiento y sensibilidad ante las catástrofes, debe ser un agente activo en todas las políticas de cambio climático, y formar parte del diseño de medidas que vengan a solucionar algunos de los problemas ambientales que se viven en la actualidad y que son principales precursores del cambio climático. Debe influenciar sobre los sectores económicos, sobre la sociedad y sobre los gobiernos, tratando de reconducir situaciones que incrementen la vulnerabilidad ante los escenarios que los expertos en cambio climático del IPCC han proyectado, y proteger de este modo al sector, fundamental para la estabilidad social, económica y financiera de los países.

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